El marketing de influencers ha evolucionado más allá de las redes sociales, impactando desde la publicidad hasta la cultura de marca. Empresas como Crocs y Southwest Airlines han transformado su estrategia digital para fortalecer su comunidad y captar la atención de la Generación Z.
El marketing de influencers ha pasado de ser una simple táctica publicitaria a convertirse en un pilar clave en la estrategia de marcas globales. Según eMarketer, el gasto en marketing de influencers en EE.UU. crecerá un 14,2% en 2025, alcanzando los 9.290 millones de dólares.
Este crecimiento refleja cómo los consumidores, especialmente la Generación Z, confían más en creadores de contenido y personalidades digitales que en la publicidad tradicional. Como resultado, marcas de culto como Crocs y Southwest Airlines han adoptado este enfoque para fortalecer su identidad y aumentar su relevancia en el mercado.
Southwest Airlines ha comprendido que los consumidores ya no responden igual a los formatos publicitarios tradicionales. En su campaña "The Big Flex", la aerolínea apostó por creadores de contenido, como el jugador de eSports FaZe Swagg, para destacar los beneficios de sus vuelos y conectar con la Generación Z.
Además, la aerolínea ha integrado estrategias innovadoras en TikTok, una plataforma donde la creatividad y la autenticidad dominan el contenido. Con su programa "Shopifly", Southwest trabajó con influencers especializados en distintos nichos, como gastronomía y música, para generar contenido auténtico y alineado con los intereses de su audiencia.
📌 Resultado: La campaña logró aumentar la consideración de marca en seis puntos en solo tres meses, demostrando la efectividad del marketing de influencers en la construcción de confianza y engagement.
Crocs es un ejemplo de cómo una marca puede reinventarse gracias al marketing de influencers. Hace años, los zuecos de espuma porosa eran vistos como un calzado funcional, pero no como un ícono de moda. Sin embargo, la estrategia de la marca logró cambiar esta percepción y convertir a Crocs en un símbolo de identidad para millones de seguidores.
El gran punto de inflexión para Crocs fue su apuesta por colaboraciones con figuras como:
📌 Resultado: Crocs pasó de ser un calzado funcional a una pieza de moda disruptiva, consolidándose en la cultura popular.
Tanto Crocs como Southwest Airlines han logrado construir comunidades leales, lo que les permite mantener un estatus de culto entre sus seguidores.
Este modelo de marketing se basa en la autenticidad y la participación activa, dos elementos esenciales para captar a una audiencia digital que busca experiencias reales y significativas.
El éxito de Southwest y Crocs demuestra que el marketing de influencers ya no es solo una estrategia secundaria, sino una parte fundamental del crecimiento de las marcas. En los próximos años, veremos una mayor integración de los creadores de contenido en:
📌 Decisiones estratégicas de marca: Desde el desarrollo de productos hasta la planificación de campañas.
📌 Publicidad programática: Con anuncios diseñados para conectar emocionalmente con los consumidores en múltiples plataformas.
📌 Comercio social: La venta directa desde plataformas como TikTok y Instagram, donde los influencers desempeñan un rol clave en la conversión de ventas.
Las marcas de culto no surgen de la noche a la mañana; se construyen a lo largo del tiempo a través de experiencias emocionales consistentes. Desde la fidelidad de sus seguidores hasta su capacidad de generar comunidades, exploramos los elementos que las hacen únicas.
Las marcas de culto trascienden lo comercial. No solo venden productos o servicios, sino que representan un estilo de vida y generan conexiones emocionales con sus seguidores. Su impacto va más allá de la publicidad tradicional, construyendo una base de clientes leales que no solo compran, sino que defienden y promueven la marca con fervor.
¿Qué hace que una marca se convierta en un ícono? Existen varios factores clave que las diferencian del resto.
Las marcas de culto tienen seguidores leales que no solo consumen sus productos, sino que los defienden apasionadamente. Esta fidelidad se construye sobre valores compartidos y experiencias coherentes a lo largo del tiempo.
Ejemplo: Apple, que ha logrado que sus clientes esperen ansiosos cada lanzamiento y confíen en la marca sin cuestionar su propuesta de valor.
Atreverse a desafiar las normas es clave en la construcción de una marca de culto. Estas marcas no tienen miedo de romper esquemas y seguir un camino propio, alejándose de las tendencias preestablecidas.
Ejemplo: Tesla, que revolucionó la industria automotriz apostando por los autos eléctricos cuando el mercado aún dudaba de su viabilidad.
Los seres humanos buscan sentirse únicos, pero al mismo tiempo anhelan ser parte de algo más grande. Las marcas de culto logran este equilibrio ofreciendo un sentido de pertenencia exclusivo.
Ejemplo: Harley-Davidson, que no solo vende motocicletas, sino que representa una hermandad entre sus clientes, quienes ven la marca como un símbolo de libertad.
Las marcas de culto no solo tienen clientes, sino que cultivan comunidades comprometidas que comparten valores y pasiones.
Ejemplo: LEGO, cuyo universo de seguidores no se limita a los niños; también tiene una comunidad adulta que diseña y crea modelos con la misma devoción que un artista.
A pesar de ser exclusivas, las marcas de culto logran cruzar fronteras y expandir su comunidad globalmente. Su mensaje resuena con diferentes culturas y generaciones.
Ejemplo: Nike, que ha creado campañas globales inspiradoras que conectan con atletas y aficionados al deporte en todo el mundo.
Las marcas de culto saben cómo influir en la cultura popular. Se rodean de líderes carismáticos, embajadores auténticos y una narrativa de marca fuerte.
Ejemplo: Crocs, que pasó de ser una marca polémica a un ícono de la moda, gracias a colaboraciones con artistas como Justin Bieber y Bad Bunny.
No se trata solo de lo que venden, sino de cómo lo venden. Las marcas de culto generan experiencias memorables que hacen que sus clientes quieran volver una y otra vez.
Ejemplo: Disney, cuya magia no está solo en sus películas, sino en los parques temáticos que convierten la experiencia en algo inolvidable.
Los clientes de una marca de culto no esperan perfección, pero sí esperan transparencia. Admitir errores y tomar medidas para corregirlos genera respeto y confianza.
Ejemplo: Patagonia, una marca comprometida con la sostenibilidad, que no teme señalar los desafíos de la industria textil y trabajar en soluciones reales.
Las marcas de culto no solo hablan, también escuchan. Adaptan sus estrategias según el feedback de su comunidad, generando una relación bidireccional que fortalece la lealtad.
Ejemplo: LEGO Ideas, donde los fanáticos pueden proponer y votar por nuevos sets que luego son producidos por la marca.
Las marcas de culto inspiran a sus clientes a superar límites y perseguir sus propias aspiraciones. No solo venden un producto, sino un estilo de vida que empodera a sus seguidores.
Ejemplo: Red Bull, que no solo vende bebidas energéticas, sino que ha construido una marca alrededor de deportes extremos, aventura y alto rendimiento.
El marketing de influencers ha pasado de ser una tendencia a convertirse en una herramienta fundamental para marcas que buscan diferenciarse en un entorno digital saturado. Empresas como Crocs y Southwest Airlines han demostrado que colaborar con creadores de contenido es una estrategia efectiva para fortalecer la comunidad, mejorar la reputación de marca y aumentar la conversión de ventas.
******
Si querés conocer más sobre estrategias de marketing digital y tendencias de consumo, visitá nuestro blog de DT Comunicación. También podés estar al día con las últimas novedades en nuestra sección de noticias.
🚀 El futuro del marketing está en manos de las comunidades digitales. ¿Tu marca está lista para el cambio?